• 03/12/2022

Cinco claves de la economía que viene

Cinco claves de la economía que viene

Por Marcelo Delgado. Economista

En las Ciencias Económicas, conocer el futuro ha sido desde siempre un anhelo de los actores financieros.
El tiempo que vendrá, se puede interpretar, por los puntos de partida, las realidades actuales, y también por las componentes tendenciales. Hay modelos estadísticos, muy eficaces para simular el futuro, y contar con datos puros y duros.

Sin embargo, la economía es una ciencia social, y el comportamiento de los agentes económicos, suele ser diferente de lo esperado, por lo que las previsiones, en muchos casos, se alejan de la realidad. Por otra parte, quienes pronosticamos, también le incluimos factores subjetivos, como preferencias, ideología y algo de intuición, Así las cosas, a pesar de los intentos fallidos, es mejor tener algo de previsión, que transitar el camino sin levantar la cabeza.

La Economía Argentina, viene sufriendo políticas erráticas, desde hace años. Pero se perdió una gran oportunidad, luego del programa de estabilización monetaria, de la convertibilidad Menem – Cavallo. Con la inflación controlada, crédito internacional, una sociedad expectante; se configuró un escenario, que solo Bolivia, Brasil, Paraguay y en menor medida Uruguay, aprovecharon para reimpulsar sus economías, mientras los argentinos, nos dedicamos a viajar, importar, y disfrutar de dólares baratos y accesibles.

Luego, fue muy difícil, recuperar condiciones de estabilidad, que solo se vivieron desde 2003 a 2008, pero que no alcanzaron para consolidar un modelo económico homogéneo, una burguesía empresaria nacional y el fortalecimiento de los mercados internacionales. Entonces, los gobiernos, se caracterizaron por medidas periféricas, cortoplacistas y de confort aparente. El impacto de la tecnología, los cambios en el mercado del trabajo, la reducción del sistema financiero, fueron acotando cada vez, los pilares de una economía cada vez más dependiente de los productos primarios, la intervención estatal, y la deuda pública, financiada en gran parte, con el FMI y la inflación.

Por ello, lo que se puede esperar en el corto y mediano plazo, será algo más de lo mismo, con algunos matices, en un año electoral que se avecina. Las claves:

1) Tipo de Cambio: El oficial tendrá un comportamiento al ritmo de la inflación, mientras que el Blue, será como el electrocardiograma de un hipertenso. Con un promedio controlado, tendrá picos y valles, de gran volatilidad. El año cierra con un control cambiario.
2) Inflación: Será del 100% en el cierre del año, y es altamente probable, que a partir del próximo año, encuentre un ritmo menor. Algo de mérito del Ministro Masa, pero el mercado será el regulador. Se caen las ventas, menos presión sobre los precios.
3) Crecimiento: A pesar de las restricciones sobre las importaciones, y el parate industrial de los últimos meses, el año cerrará con un crecimiento cercano al 4%, impensado al inicio del año. No obstante, el año próximo, será algo menor, y con gran incertidumbre del mundo inversor.

4) Consumo: Es el más castigado en este esquema. La inflación lo viene acotando y los salarios e ingresos de las familias, son las víctimas, que restringen sus compras, y cambian sus hábitos de compras.

5) Expectativa: Será un año de transición, marcado por lo electoral. Sin embargo, habrá algunas actividades, muy demandas, que a pesar de los tiempos de urnas, le pondrán dinámica a las economías regionales, La minería, energía, productos del campo, servicios informáticos, y el turismo, tendrán un buen desempeño.