• 18/08/2024

EL MOSQUITO

EL MOSQUITO

El mayor asesino en serie de la humanidad

Según un libro que fue noticia internacional, los mosquitos son el mayor asesino en serie de la humanidad, tanto en términos históricos como actualmente.

Aunque sea difícil de creer el pequeño insecto mata cada año 830 mil personas, es decir muchas más que los propios seres humanos que son los segundos más mortíferos, con 580.000.

El ensayista canadiense Timothy C. Winegard en su libro El mosquito, una historia de la humanidad vista a partir de la intervención de estos seres explica en la edición aparecida en 2019 que el mundo en el que vivimos sería muy distinto sin la participación de los mosquitos.

Winegard sostiene que el mosquito lleva 190 millones de años en el planeta y ha sido un elemento clave en la extinción de los dinosaurios, la caída del imperio romano, la conquista de América, la independencia de Estados Unidos, la Revolución Francesa y la segunda guerra mundial.

El  mosquito ha tenido un impacto enorme en grandes acontecimientos de la historia, debido a las enfermedades mortales que hoy sabemos que transmite, hasta un total de quince, como la malaria y la fiebre amarilla. Es la más efectiva arma de destrucción ­masiva

Según Winegard, en su libro “El mosquito”, unque sea difícil de creer el pequeño insecto mata cada año 830 mil personas

Digamos que Winegard, es un exmilitar y doctor en Historia por Oxford. Está convencido que el mosquito ha sobrevivido a todo, ocupa el planeta entero excepto la Antártida, Islandia y alguna islita de las Seychelles o la Polinesia francesa. “Ha provocado la muerte de la mitad de todos los seres humanos que han existido, unos 52.000 millones de personas de un total de 108.000 millones”, dice contundente.

Según el estudioso “hay unos 110 billones de mosquitos en el mundo divididos en unas 3.500 especies diferentes”.

Creer o reventar, el mosquito hasta destrozó a grandotes como los dinosaurios, según Winegard. En la extinción de los dinosaurios, el famoso asteroide que impactó sobre la Tierra sólo sería “el golpe de gracia a su desaparición inevitable” pues cuando se produjo el impacto “hasta el 70% de las especies de dinosaurio ya estaban extintas”, víctimas de las picadas de los insectos.

Dice el estudioso: “Eran un blanco fácil. Hemos encontrado mosquitos encerrados en ámbar que contienen sangre de dinosaurio infectada con varias enfermedades que transmiten, que entonces eran bastante nuevas, y los dinosaurios no tenían ningún escudo de defensas para hacerles frente. No todas eran enfermedades letales, pero otras les debilitaban y los dejaban débiles, letárgicos, a merced del ataque de los carnívoros. El mosquito fue un colaborador necesario, imprescindible, en su extinción. Esta teoría es una aportación reciente de algunos científicos”.

El mosquito hasta destrozó a grandotes como los dinosaurios, según Winegard. Cuando se produjo el impacto del famoso asteroide “ya hasta el 70% de esta especies estaban extintas”, víctimas de las picadas de los insectos.

Los mosquitos –a Winegard le gusta hablar de “el general Anófeles”, aludiendo a una de sus más letales especies– hicieron caer tanto a la democracia ateniense como al imperio romano, según detalla el libro. “Julio César y Napoléon quisieron drenar las marismas pontinas, cercanas a Roma, llamadas ‘el valle de la muerte’, algo que sólo conseguiría Mussolini mucho después”.

También ayudaron a la expansión del cristianismo, jugaron su papel en las Cruzadas o en la conquista de América. “La población indígena fue diezmada por las enfermedades procedentes de Europa, que trajeron, en efecto, los españoles, que eran inmunes. Los conquistadores se limitaron a recoger los frutos de la enfermedad, los mosquitos fueron la herramienta para exterminar y subyugar a los indígenas.

El mosquito jugó un importante papel en las Cruzadas o en la conquista de América. “La población indígena fue diezmada por las enfermedades procedentes de Europa, que trajeron, en efecto, los españoles, que eran inmunes.

En los años y siglos siguientes, el fracaso de diversas tentativas francesas e inglesas por arrebatar a España sus colonias se explica también por la falta de defensas de los soldados que enviaban desde Europa. La independencia de Estados Unidos también es deudora de las masacres provocadas por el mosquito en diferentes frentes.

 “La economía de las colonias se basaba –cuenta Winegard– en el trabajo esclavo. Al principio, no había discriminación racial, pero enseguida se vio que los africanos, debido a sus defensas genéticas, soportaban los embates del insecto y se convirtieron en el bien más preciado”.

Winegard puede pasarse una vida contando anécdotas: “Los colonizadores ingleses en la India escogieron el gin-tonic como cóctel por su contenido en quinina, que los combatía”. Hay donde escoger: “¿Sabía que en Barcelona, a principios del XIX, la fiebre amarilla mató a 20.000 personas en tres meses, lo que supuso perder el 20% de la población de la ciudad?”. Más: los escoceses cedieron su soberanía a los ingleses por culpa de los mosquitos, que los habían arruinado; la llamada gripe española mató a cinco veces más gente que la Primera Guerra Mundial que la expandió; los nazis usaron a estos insectos como arma contra los aliados; recientemente, boicotearon los Juegos Olímpicos de Río 2016, golpeados por el zika…

La llamada gripe española  mató a cinco veces más gente que la Primera Guerra Mundial

El mosquito, asegura el autor tras su inmersión de años en el tema, “parece narcisista, no tiene más propósito que propagarse y, de paso, matar personas. A pesar de que polinizan ciertas plantas, se trata de especies vegetales que podrían reproducirse a través de otros insectos. No son esenciales para ningún otro animal, por lo que su hipotética desaparición no alteraría el ecosistema”.

“Tras tanta investigación, he entendido que son la mejor arma que existe, y admiro su capacidad de adaptación y evolución. Como dijo Darwin, no sobrevive el más fuerte ni el más inteligente, sino el que se adapta mejor al cambio. Es el rey de la supervivencia, una criatura fantástica. Parecía que íbamos a acabar con ellos, con el DDT y otros insecticidas, pero han resurgido como el ave fénix, desarrollando nuevas inmunidades y estimulados por el calentamiento climático. Seguimos en guerra contra ellos.

Y sigue el escritor: “Asesinos de Tutankamón, Alejandro Magno, Vasco da Gama, Cromwell, el papa Gregorio V, el explorador Livingstone, Teresa de Calcuta… Hoy, algo más controlados, han conseguido sin embargo infectar a celebridades como George Clooney”

Fuentes: El país, La Vanguardia, National Geografic, El Español, ABC