• 08/07/2023

Elecciones incuestionadas

Elecciones incuestionadas

POR EDUARDO QUATTROPANI

El domingo pasado se votó, cada elector se acercó a la escuela donde estaba su mesa y pudo hacerlo libremente, en paz, en orden; es decir, pudo ejercer su derecho-deber de elegir a sus gobernantes.

No han existido cuestionamientos sobre la validez de los comicios, ni una sola denuncia que ponga en duda la actuación del Tribunal Electoral Provincial ni el ejemplar comportamiento de dirigentes políticos y de sus apoderados y fiscales.

Dicho de un modo deportivo, está buenísimo que, terminada la disputa, nadie hable del árbitro. Eso es bueno.

Está claro, han sido unos comicios inéditos, raros, casi, podría decirse, contra natura a partir de que la Corte Suprema suspendió los comicios del 14 de mayo sólo para la categoría Gobernador/a y Vicegobernador/a.

He escuchado afirmar que el Tribunal Electoral podría haber parado todo, lo que no es así porque:

  1. No tiene capacidad ni para desobedecer esa cautelar ni para extenderla más de lo decidido.
  2. Lo mismo deberían haberse realizado las elecciones municipales.
  3. La misma Corte Suprema, ante pedido de aclaratoria, dijo que había resuelto así porque así se lo habían planteado.

Está clarísimo, también, que el modo de resolver fue equivocado y desconocedor de la Constitución Provincial y de la ley electoral. Eso seguro.

La única manera de suspender fundadamente todo era haber dicho: » … advirtiendo que la Corte Suprema no ha leído el art. 185 de la Constitución Provincial ni ha advertido el contenido de la ley electoral, a pesar de que una Sub Agrupación Política se lo hace notar se corrigen dichas omisiones…”  O sea, el Tribunal Electoral se convertía en «supervisor» de la Corte Suprema.  Una atrocidad institucional.

Finalmente, lo importante es que los elegidos en cada categoría son los que la gente quiso, que no hay dudas de la puridad del proceso, que se está hablando y analizando causas y consecuencias de triunfos y derrotas y no del árbitro de la contienda.

Es justo decir y repetir que el mérito es de todos, dirigentes, candidatos, apoderados, fiscales, prensa, los ciudadanos, absolutamente todos han demostrado una inquebrantable voluntad de vivir en paz. Grandioso.