Más vale tarde que nunca

Alguna vez que recibí algo interesante por WhatsApp, decidí compartirlo. Me sirvió para ir  perfeccionando el perfil de cada cual. 

Ante un mismo tema, las reacciones son muy variadas y a veces coinciden con la imagen que tengo de la persona en cuestión, otras, no. 

Por ejemplo, hay quienes a cualquier tema lo refieren a la política aunque no tenga nada que ver. En especial los fanáticos muestran lo que quieren. 

Lo mismo pasa con temas deportivos aunque se trate de cualquier cosa, lo relacionan con el mundial o Messi.  

Se ve, también aquel que siempre contesta formalmente aunque no se necesario. Luego están aquellos despistados que contestan cualquier cosa a los varios días.

Los que se enojan porque no están de acuerdo con nada. Los que critican todo, en especial a los que no opinan igual que ellos. 

Pocos son los que piensan bien y contestan bien los temas, por lo general, luego de analizarlos. Están los que creíamos inteligentes y nos defraudan con frivolidades.

Es decir, hay de todo en la viña del Señor, como era de suponer, y  es normal que así sea.  

Simplemente que ahora cabe en la palma de la mano un universo que antes no era tan abarcable ni tan grande.    

Supongo que debe haber infinitos estudios al respecto, pero a mí me sirvió para conocer algunas cosas que antes me hubiera costado tiempo saber de muchas personas.